Las tendencias se van extendiendo
como el agua que siempre busca un lugar por donde discurrir. Las modas tienen fácil
explicación, la audacia y la provocación de la adolescencia, en una época en la
que casi todo, le esta permitido a este grupo social.
Atrevimiento, vida sin horarios,
poder económico da igual la situación familiar, la falta de respeto, la mala
educación o lo mal aprendidos que están… Es cierto que todos hemos pasado por
esa etapa de la vida, en la que la mezcla de inconsciencia e imbecilidad, nos hace
creernos el ombligo del mundo, y por supuesto lo sabemos todo y mucho mas que
nuestros mayores, que quizá solo nos lleven veintitantos años, porque ellos
también fueron jóvenes y aventureros, y les consideramos súper mayores… “unos
viejos que no tienen ni idea”.
Y quizá porque todos hemos
pasado también por esas crisis asistenciales de la adolescencia, les
comprendemos, nos hacen gracia algunas de sus historias y les permitimos, lo
indecible. Lo cierto es que son ellos los primeros en tener el ultimo ipod de
la casa, el ultimo vaquero de G-Star Raw, o el ultimo mini
clubwear para salir con los de clase.
Alucino cuando veo esos grupos
de jovencitos volviendo a casa al amanecer, y yo en el atasco de Princesa
camino del trabajo, y pienso en silencio como si alguien me oyera, por miedo a
parecer una carca, aquello que decían nuestros abuelos “juventud divino tesoro”.
Porque ahora el día que sales y te dejas llevar y te desfasas, pasas dos días recuperándote
por bailar en exceso con esos taconazos que tampoco te pones mucho, porque
bebes mas de lo que tu cuerpo de adulto esta ya acostumbrado, porque has
gritado para hacerte oír entre el boumb boumb de la música y el ruido
estruendoso que soportas por pasar un rato entre amigos, y te levantas herida y
prometes que nunca mas, y por eso vas perdiendo la costumbre, de algo que a su
edad también hacías a menudo.
Pero lo bueno de ahora, es que
hay mucha mas mezcla de todo, de estilos, de costumbres, de gente y es
enriquecedor si sabes aprovecharlo, antes éramos mas de tribus urbanas, y en
momentos de fiesta nos mezclábamos, pero se acababa la fiesta y cada tribu a su
barrio. Ahora con las redes sociales, es muy fácil relacionarse y a absorber las
tendencias que van extendiéndose como el agua, para bien o para mal, porque al
final los jóvenes como en todas las épocas, se atreven y el resto terminamos
siguiendoles, y siempre a sido así.
Continuara…
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